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Trump del lado de la fé
Publicado en 26/04/2025 17:20 • Actualizado 28/04/2025 09:59
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Gobierno de Trump crea grupo de trabajo para “poner fin” a herramientas que persigan la fe en el país.

Semanas después de iniciar su segundo mandato, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva titulada “Erradicación del Prejuicio Anticristiano”. El objetivo es proteger las libertades religiosas de los estadounidenses y acabar con el uso del gobierno como herramienta anticristiana, identificando prácticas discriminatorias y sugiriendo cambios de políticas.

La fuerza-tarea, liderada por la procuradora general Pam Bondi, reúne a diferentes sectores del gobierno. Bondi afirmó: “El Departamento de Justicia de Biden abusó y atacó a cristianos pacíficos, ignorando ofensas violentas y anticristianas. Gracias al Presidente Trump, acabamos con esos abusos y seguiremos trabajando para proteger el derecho de todos los estadounidenses a expresarse y adorar libremente”.

La orden ejecutiva establece que es política de Estados Unidos proteger la libertad religiosa y terminar con la instrumentalización anticristiana del gobierno. Trump enfatizó que los fundadores del país defendieron la libertad de practicar la fe sin miedo a discriminación o represalias estatales.

La fuerza-tarea ya celebró su primera reunión, donde se debatieron denuncias de personas que afirman haber sido blanco de discriminación por sus creencias religiosas durante el gobierno anterior. El Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) también creó su propia fuerza-tarea para revisar el trato a los cristianos y pidió a los empleados reportar cualquier caso de discriminación anticristiana.

Entre las denuncias, se mencionan respuestas negativas a solicitudes de exenciones religiosas relacionadas con mandatos de vacunación, represalias por rechazar procedimientos médicos y discriminación en ascensos o medidas disciplinarias contra capellanes y empleados por su expresión religiosa.

También se abordarán casos de malos tratos por la exhibición de símbolos cristianos y la negativa a participar en actividades contrarias a la fe. Además, se investigan sanciones a universidades cristianas y restricciones a la expresión cristiana en escuelas y agencias federales.

Durante la reunión inaugural, líderes religiosos y representantes de instituciones cristianas presentaron alegaciones de multas injustas, investigaciones del IRS por actividades políticas y marginación de feriados cristianos en favor de otras celebraciones.

La defensa de la libertad religiosa es un principio fundamental, y la iniciativa busca garantizar que los cristianos puedan vivir y expresar su fe sin temor a represalias. La Biblia enseña que “donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”, recordando la importancia de orar y trabajar por una sociedad donde todos puedan practicar su fe en paz.

Sin embargo, la medida también ha generado críticas de quienes creen que podría favorecer a una sola confesión y debilitar la separación entre Iglesia y Estado. El debate sigue abierto sobre cómo equilibrar la protección de la fe cristiana con la diversidad religiosa en la sociedad estadounidense.

 

 

 

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